El Sr. Lorente Acosta, Delegado del Gobierno contra la Violencia de Género, ha definido recientemente el llamado posmachismo, actitud secundada en la época más femicéntrica de la historia por ciertos hombres no igualitarios según su criterio, y reconocible a través de conductas tales como criticar la existencia de denuncias falsas de malos tratos, señalar la existencia del Síndrome de Alienación Parental, posicionarse a favor de la custodia compartida en los procesos de ruptura de pareja o considerar que en nuestra sociedad ya se ha conseguido un adecuado grado de igualdad entre hombres y mujeres. Quiero decir que si secundar alguna de estas posturas significa ser un posmachista yo soy sin duda uno de ellos. En realidad bien podría decirse que para el Sr. Lorente Acosta es un posmachista cualquiera que le rebata nada al feminismo de género, incluso en aspectos tan debatibles como los mencionados más arriba.
Bien, gracias al Sr. Lorente Acosta por aclararme mi condición. Para corresponder a su gesto déjeme decirle adonde nos conduce su postura: al hembrismo totalitario. En efecto, el que no se acepten ni las críticas más razonables a una determinada ideología es prueba de dogmatismo y cerrazón intelectual, rasgos nada positivos incluidos en el modelo de feminismo que Ud. defiende, el cual no admite ni la más mínima rectificación y censura a cualquiera que se atreva a enmendarle la plana, desde la ortodoxia acrítica y la exageración, a pesar, eso sí, de que los impuestos de los posmachistas como yo sirvan para pagar los sueldos de quienes fortalecen este nuevo movimiento totalitario, sin que eso parezca causarles mucho reparo, dicho esto con todo el respeto.
Todos feministas y amén.
sábado, 19 de diciembre de 2009
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