Próximamente el ayuntamiento de Lejona organizará un grupo integrado exclusivamente por 25 mujeres para detectar puntos negros en la ciudad, es decir, lugares que presenten un mayor riesgo de delincuencia urbana. Quiero presentar mi queja ante este sesgo sexista ya que la delincuencia urbana, junto con los puntos del diseño urbanístico que puedan carecer de las debidas condiciones de seguridad, representan un perjuicio para cualquier persona, al margen de su sexo. Si se desean determinar estos puntos debería organizarse una comisión mixta, incluyendo varones, o ubicar su presencia en base a las estadísticas de delitos de la policía de cada municipio. Esto sería lo igualitario u objetivo. El gesto de este ayuntamiento, por el contrario, discrimina a los varones, basándose en la asunción más que discutible de que estos padecen menos delitos. Según los datos del Anuario Estadístico 2006 del Ministerio del Interior, presente en el siguiente link:
http://www.mir.es/MIR/PublicacionesArchivo/publicaciones/catalogo/anuarios/anuario_2006_web.pdf
En su tabla 45 titulada víctimas, Pág. 292 concretamente, se indica que los varones víctimas de robo con violencia e intimidación fueron 41760, los de asesinato 52, los de lesiones 10913 y los de homicidio doloso 897, frente a 33570, 38, 6479 y 263 mujeres respectivamente, unas cifras nada desdeñables referidas al grado de delincuencia que los hombres de nuestro país padecemos. Este ejemplo de sexismo se agrava, ya que la vinculación preferente de las zonas potencialmente peligrosas de nuestras ciudades con el sexo femenino es una tendencia presente en cada vez más municipios, que excluye a los hombres de un problema global: la criminalidad. Se trata de otra medida hembrista realizada por unos órganos de poder demasiado influenciados por el feminismo de género, con su visión errónea y claramente femicéntrica de las realidades sociales.
Delincuencia urbana y personas.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
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